Actualizada el 31 de May de 2020
Hoy en mi segundo artículo del Blog os quiero contar una bonita historia que algunos de ustedes ya conocéis, mi amistad con una pareja de zorros en la marisma de Doñana.
Antes de contaros mi historia, me gustaría hacer un pequeño matiz, los zorros son animales salvajes o que viven en libertad, por desgracia no son bien vistos y son cazados, en mi caso he permitido interactuar con ellos, porque se que se encuentran en una zona protegida dentro del Parque Natural de Doñana, donde afortunadamente no hay caza, están en una zona fuera de peligro, de ahí que siga interactuando y disfrutando de su compañía, de lo contrario desde un principio los hubiera asustado.
Esta bonita historia comenzó hace más de un año en la marisma de Doñana, fue un domingo cuando madrugue para hacer fotografías de amanecer en la marisma, llegué a la zona elegida sobre las 6.30 de la mañana y preparé el equipo para poder fotografiar el amanecer. Ese día pude disfrutar de un amanecer muy bonito, también fui víctima de los mosquitos los cuales estuvieron muy activos, a la media hora de estar haciendo fotografías miro hacia mi izquierda y observo que por el camino de tierra se me acerca un pequeño zorro al cual la curiosidad le puede y poco a poco se acerca, dejo el equipo en el suelo y se acerca a mi menos de un metro, empieza a curiosear el equipo fotográfico y el trípode, yo me quedo sorprendido pero disfruto y vivo el momento, a los pocos minutos el sigue su camino y yo continuo mi jornada fotográfica.
Mi segundo encuentro con el zorrito se produce a las pocas semanas, la escena se repite, estoy en la misma zona de la marisma haciendo la fotografía de amanecer y a los pocos minutos aparece el zorrito, esta vez la escena es muy divertida pues en esta ocasión se pone a jugar conmigo al “pilla-pilla”, la verdad es que fue un momento único, en el video que pongo en esta publicación podéis ver el gran momento.
Pasada una semana, me acerqué de nuevo a la zona de la marisma donde nos encontramos a la hembra de zorro ¿Cuál fue mi sorpresa? Que allí estaba ella de nuevo, tranquila y tolerando mi presencia.
Después de muchas semanas de encuentro, nuestra amistad cada vez iba a más, cada vez se me acercaba con mayor frecuencia e interactuaba conmigo. En estas semanas se apreciaba que pronto iba a ser mamá.
En mis redes sociales empiezo a compartir mis vivencias semanales con ellos.
Llevo cerca de 3 semanas sin ver a Floki, imagino que habrá sido mamá y estará en la zorrera al cuidado de sus crías.A Roco sí lo veo cada semana, el cual cada día es más descarado y se me acerca a menos de un metro.
La última vez que pude disfrutar de ellos fue una semana antes de que se nombrara el estado de alarma del Covid-19, ese día apareció Floki junto a Roco después de semanas sin verla. Su maternidad se notaba y estaba más delgada y cambiada. Pasé una gran jornada con ellos.
A fecha de hoy estoy deseando de que levanten el estado de alarma, que dejemos atrás esta pesadilla y podamos disfrutar de nuestras vidas.
Me gustaría seguir contando nuevos capítulos de esta bonita historia y os invito a seguir en mis redes los videos y anécdotas que he vivido con esta linda pareja.
Espero que pronto pueda seguir publicando nuevas historias junto a Floki y Roco.
#Zorrovivo
Carlos Romero